La onicomicosis popularmente conocida como micosis de la uña, es el nombre dado a la infección de las uñas causada por hongos.
La onicomicosis es una infección común, que afecta a alrededor del 10 a 20% de los adultos y se caracteriza por el engrosamiento de la uña junto con un cambio del color de la lámina ungueal a amarillo opaco, gris, marrón negruzco o a veces como con manchas blanquecinas y con el tiempo puede llevar a la destrucción completa de la misma.
Por lo general el motivo de consulta es estético ya que no suele dar síntomas, y lejos de ser peligrosa para la vida, a lo sumo puede causar incomodidad e impactar en la calidad de vida, aunque sí es importante recalcar que en algunas personas como aquellas con problemas circulatorios en piernas y edemas a repetición , en diabéticos o personas inmunosuprimidas ( con las defensas bajas) puede ser una puerta de entrada para infecciones bacterianas a repetición que pueden poner en riesgo su vida.
Agente causal ¿Como se adquiere?
Existen varios tipos de hongos que pueden ser responsables de esta afección y aunque no es indispensable para el diagnóstico, el realizar un estudio laboratorial del raspado de la uña puede ayudarnos a conocer el agente causal y direccionar mejor el tratamiento. Lastimosamente este estudio no siempre es positivo a pesar de que se trata de una infección micótica y muchas veces la elección del tratamiento se basa en las características de las uñas y en el resultado de las pruebas de tratamiento.
Los hongos que la causan suelen ser adquiridos en el medio ambiente, especialmente en zonas húmedas y calurosas, baños, duchas, vestuarios y piscinas públicas, es por ello que se recomienda no entrar descalzos en estos sitios.
El contacto con el hongo por sí solo no suele ser suficiente para contagiarse, sino que es necesaria también la presencia de pequeñas lesiones entre la uña y la piel para que el hongo pueda penetrar debajo de la uña y quedarse ahí, es por eso que los deportistas o aquellos que por trabajo frecuentemente traumatizan sus uñas y mantienen sus pies o manos húmedos o aquellas personas que se lastiman las uñas al hacerse pedicura o manicura presentan mayor riesgo.
La presencia de algunos factores favorece la infección de la uña por hongos, por ejemplo, los pacientes con micosis en otras zonas ( pie de atleta, cándida vaginal y otros), la diabetes, la infección por HIV, la ingesta de medicamentos que disminuyan las defensas, el tabaquismo, problemas circulatorios y la predisposición genética.
Tratamiento:
Lo primero y fundamental es descartar otros diagnósticos posibles para indicar el tratamiento correcto, por eso la consulta con el dermatólogo es importante.
El tratamiento suele ser largo ya que las uñas crecen lentamente y se lo debe continuar hasta la curación completa, las recidivas son frecuentes si no se modifican los factores de riesgo y cuidados diarios. Dependiendo del porcentaje de uña afectada, se suelen utilizar ungüentos o lacas específicas antimicóticas o medicamentos por vía oral, junto con medidas de cuidados generales como evitar mantener el pie o manos húmedas, usar polvos pédicos que previenen la reinfección, entre otros.
El tratamiento con laser para la onicomicosis es también bastante efectivo según el agente causal y puede ser utilizado en combinación con el tratamiento médico para acortar el tiempo del mismo o en reemplazo cuando el paciente no puede consumir el antimicótico indicado. La cirugía por lo general no está indicada.
Recuerden siempre que la prevención y el tratamiento temprano dan mejores resultados, así que ante cualquier lesión en las uñas es importante consultar con un dermatólogo, que es el médico especialista en las alteraciones de la piel, pelo y uñas.