Conoce al autor
Dra. Fátima Agüero
Médica Dermatóloga. Prof. Asistente - Catedra de Dermatología - Facultad de Ciencias Médicas. Universidad Nacional de Asunción. Becaria de Perfeccionamiento en Dermatología estética y laser, Hospital Italiano de Buenos Aires - Argentina. Directora Médica de Dermalaser Paraguay. Past President Sociedad Paraguaya de Restauración Capilar. Presidenta de la Sociedad Paraguaya de Dermatología. Secretaria de Comunicación. RADLA 2021. Miembro de la Academia Americana de Dermatología, del Colegio Ibero latinoamericano de Dermatología, entre otras Sociedades Científicas de prestigio.
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La piel es el órgano más grande del cuerpo y actúa como sentinela de muchas alteraciones internas ya sea de enfermedades inflamatorias, infecciosas, autoinmunes u oncológicas.. y las alteraciones de la glándula tiroides no son la excepción.. ellas dan múltiples signos y síntomas en la piel que llevan al médico dermatólogo a hacer el diagnóstico de una enfermedad o alteración de este órgano tan importante para el buen funcionamiento y equilibrio de nuestro cuerpo: ya sea hipertiroidismo ( aumento de la actividad de las tiroides), hipotiroidismo ( disminución ) o tiroiditis ( inflamación de la glándula, que puede terminar generando hipotiroidismo o hipertiroidismo), les cito a continuación algunos de ellos:
El hipotiroidismo
Llamamos así a la disminución en la función de la glándula tiroides, que puede ser insidiosa y dilatar el diagnóstico en varios meses o ser secundaria a una tiroiditis. Los signos y síntomas en la piel que nos pueden hacer sospechar de ella son:
- Xerosis o sequedad de piel, es el signo mas llamativo e incluso a veces simula una ictiosis (piel como escamas gruesas como las de la piel de pescado). Esta sequedad se agrava con la edad y durante el invierno, suele acompañarse de disminución del sudor y de prurito o picazón que lleva al rascado y lastimaduras en la piel.
- Piel pálida, fría por disminución del flujo sanguíneo
- Intolerancia al frío, por disminución del metabolismo.
- Piel amarillenta por una alteración en el metabolismo de la vitamina A
- Mixedema: se trata de una piel engrosada, hinchada, edematosa debido a el acúmulo de una sustancia gelatinosa en la misma, llamada mucina, esto es muy frecuente en las piernas , y estos pacientes pueden tener también la nariz engrosada ,y labios o párpados hinchados o edematosos y la piel de las manos y brazos engrosada.
- Pelo escaso, seco, quebradizo.. de hecho, muchas veces los dermatólogos hacemos el diagnóstico de hipotiroidismo o tiroiditis en pacientes que nos consultan por caída de pelo.
- También hay disminución de la secreción sebácea ( producción de grasa en la piel, la cual, es necesaria para mantenerla hidratada y en buen estado) lo que aumenta la sequedad de la piel y el cabello.
- Las uñas suelen ser blandas, frágiles y quebradizas, presentar Líneas o surcos y su crecimiento está enlentecido.
- En algunos casos se asocia a urticarias crónicas ( ronchas frecuentes y recurrentes en la piel), vitiligo ( aparición de manchas blancas en la piel) , alopecia areata ( zonas del cuero cabelludo como parches sin pelos) y otras enfermedades autoinmunes ( con anticuerpos de la misma persona contra algunas de sus células)
El hipertiroidismo
Aquí la actividad de esta glándula que regula nuestro metabolismo y equilibrio interno está aumentada, estos pacientes pueden presentar:
- Poca tolerancia al calor y un aumento de la sudoración, debido a que hay un aumento de la actividad de las glándulas del sudor, con sudoración generalizada, más acentuada en palmas de las manos y plantas de los pies.
- La piel se ve adelgazada, húmeda, lisa, algo caliente, con una textura suave.
- Puede haber una tendencia al enrojecimiento facial y de las palmas de las manos por vasodilatación.
- El pelo suele tornarse más fino y puede caerse incluso de forma aguda al acelerarse su velocidad de recambio, perdiendo el paciente mucha densidad del pelo. También suele presentarse canicie precoz.
- En las uñas también vemos alteraciones pacientes: pueden ser más frágiles y lisas, puede haber onicolisis (desprendimiento de la parte final de la uña), coiloniquia o uñas en forma de cuchara y rápido crecimiento de las mismas.
Estas alteraciones se suelen acompañar de otros signos sistémicos como aumento o disminución de peso, fatiga, alteraciones menstruales o del sueño que hacen al dermatólogo sospechar de una enfermedad tiroidea, quien va a solicitar estudios necesarios para descartar o confirmar la enfermedad y derivar al paciente al endocrinólogo e instaurar un junto con él un tratamiento para corregir el cuadro de base y sus alteraciones en piel, pelo y uñas.
Recordá ponerte siempre en manos de médicos especialistas calificados y certificados.